Dos autobombas con cinco bomberos cada uno asistieron de emergencia al hospital Reina Isabel de Londres para ayudar a los enfermeros a remover un anillo atascado en el pene de un paciente.
El hombre había ingresado a la sala de operaciones con el círculo de metal atorado en su miembro y ante la imposibilidad de removérselo con los elementos del hospital, los médicos llamaron a los bomberos para que con sus herramientas puedan liberar a desafortunado individuo. Luego de unos 20 minutos de arduo pero preciso trabajo, pudieron sacar el anillo y la historia no pasó a mayores.
Aparentemente este fue uno de los más de 400 casos al año en los que los bomberos acuden para remover todo tipo de objetos atascados, atorados e insertados en cuerpos de personas.
"Estos incidentes tontos nos consumen mucho tiempo, además de ser costosos, y nos restan recursos para otras posibles emergencias más importantes", se quejó el comisionado de los bomberos londinenses.
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