sábado, 3 de julio de 2010

HOLANDA-BRASIL FINALIZADO



Sneijder se exprime a la pentacampeona!
Holanda se cargó a la pentacampeona por accidente. Así es el fútbol. Cuando nadie lo esperaba, ni Brasil, ni Holanda, empataron los holandeses, que después se pusieron por delante a la salida de un córner que finalizó Sneijder ¡de cabeza!. Fue el final de Dunga y de la 'canarinha'.

Que el fútbol no entiende de sentimientos ya lo sabíamos. Los escudos a veces no importan y Holanda borró de un plumazo las cinco estrellas que tiene Brasil en el pecho. Lo hizo por accidente cuando todo parecía bajo control brasileño. Todo fue un disparate en detrimento de Dunga, que tenía preparado el guión y Holanda se lo saltó cuando ni la propia selección holandesa lo esperaba.
Centró Sneijder con la izquierda al corazón del área y fue el principio del fin para Brasil, que se quedó con la mente en blanco. Falló el que nunca falla, Julio César. El mejor guardameta del mundo fue un mortal más tragándose el centro de su compañero en el Inter con la colaboración de Melo, que tocó el balón con la cabeza, la que no tiene para pensar, y empató el partido. El encuentro saltó por los aires y Holanda se exprimió a la pentacampeona.
Un detalle mínimo se convirtió en determinante. Un gesto, que nació de la nada, cambió el signo de un partido que echó a Brasil del Mundial de Sudáfrica y que reactivó a la selección holandesa, que no estaba dando la talla hasta que empató el partido. Nada fue como antes para los de Van de Van Marwijk, ni para los de Dunga, que tenían la situación bajo control hasta ese minuto 54.
Sorpresas te da la vida
Dunga pudo contar con Felipe Melo, un perfecto pendenciero del fútbol que se dedicó a dejar su huella en las piernas de los holandeses y que dejó el partido antes de tiempo por pisar a Robben sin balón. Antes, en el 10', encontró un agujero en la defensa holandesa que ni se pensaba. El jugador de la Juventus, al que le falta el cuchillo entre los dientes, metió un balón entre líneas que superó toda la defensa holandesa. El cuero acabó en las botas de Robinho, que no perdonó delante de Stekelenburg. Brasil abrió el marcador con Melo de asistente. Otro secreto de un juego inesperado.
El encuentro estuvo siempre en las manos de la 'canarinha', hasta el 1-1. Brasil fue una roca atrás y pensó antes de actuar en el centro del campo. Bastos, enemigo de Robben, tenía estudiada la situación. Holanda lo fió todo al futbolista del Bayern, que nunca eligió la opción correcta en el primer asalto. La pentacampeona utilizó el somnífero para dormir los ánimos holandeses y tener todo bajo control. Lo logró el equipo de Dunga hasta el descanso. Fue la mejor Brasil del Mundial, sin forzar la máquina.
Un borrón
Pero, todo, fue diferente en ese minuto 54, ya tras el paso por vestuarios. Sacó rápido una falta Sneijder para Robben y éste se la devolvió a su amigo. Sneijder centró al corazón del área, con la izquierda, perdiendo el equilibrio. Nunca pensó que iba a ser el centro de su vida. Falló Julio César, empataron los holandeses y Brasil se quedó sin respuesta. Fue cruel el equipo de Dunga con su historia. La 'canarinha' se quedó en blanco y recibió el segundo a la salida de un córner.
Robben botó desde la esquina, Kuyt prolongó en el primer palo y Sneijder marcó de cabeza, libre de marca, en el área pequeña. Wesley pareció un gigante de 1,70. Holanda ya había descosido la camiseta de la selección brasileña, que vistió de azul confirmando que ya no es la que era. Brasil fue un querer y no poder hasta el final del encuentro. Melo confirmó que es un futbolista violento y mafioso, fue expulsado por pisar a Robben, y la pentacampeona acabó con el escudo emborronado y perdiendo los papeles. Holanda se había cargado a Brasil.

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