lunes, 30 de agosto de 2010

Después de la tempestad llega la calma




Era una obligación, más incluso tras la derrota ante Francia, y como tal se llevó cabo. España consiguió su primera victoria en el Mundial ante la combativa selección de Nueva Zelanda. El resultado final (101-84) refleja, cuando menos, la distancia que existe entre ambos equipos. Esa diferencia real, en cambio, pareció una ilusión durante la primera parte, cuando los oceánicos encontraron en el aro rival un latifundio donde acampar a sus anchas.
Entrando con buen pie
Navarro avisó desde el primer instante que no estaba dispuesto a dejar margen a la duda sobre quién llevaría la iniciativa en Izmir. Por momentos lo consiguió. Suyos fueron dos de los primeros triples del encuentro. Rudy y Garbajosa se sumaron al festival. 18-5 de salida y sensaciones recuperadas. Poco duró la alegría.
Le irrupción del desconocido
Abercrombie se ganó a pulso ante España un hueco entre las estrellas que han acudido a Turquía. No es el jugador referencia de Nueza Zelanda (puesto reservado para Penney), ni siquiera es conocido por al aficionado común, pero su actuación en la segunda jornada del Mundial seguro que le ha valido para cazar la atención de algún ojeador.
Quizás fuera por la falta de tensión defensiva de los de Scariolo o a lo mejor asistimos a la mejor noche que ha disfrutado y disfrutará este alero. Puede que sea una conjunción de ambas cosas. Lo cierto es que Abercrombie hizo muchísimo daño durante el primer tiempo con sus penetraciones, su dinamismo y su intensidad. Como muestra, un excelente rectificado en el aire con personal incluida de Rudy. Recordó a otros nombres que no resisten comparación, así que mejor no citarlos. Acabó con 19 puntos y seis rebotes.
Penney acudió a la llamada de su compañero y Nueva Zelanda se fue al vestuario sólo cuatro puntos abajo (48-44). El marcador era un fiel reflejo de lo ocurrido hasta entonces. Facilidad ofensiva en España y pájara en la parte de atrás. El rival no desaprovechó el regalo.
Porque las cosas cambian
13-4 fue el parcial de salida en el segundo tiempo. Garbajosa (14 puntos) y Marc, con un triple y un 'dos más uno' respectivamente, estiraron la ventaja a las primeras de cambio y a la postre, la diferencia no haría otra cosa que aumentar. Con el 61-48, Nueva Zelanda vio como sus opciones de triunfo se esfumaron. Abercrombie, mientras tanto, asistía al despegue español desde el banquillo. Vucinic no estuvo fino a la hora de darle descanso.

Rudy firmó un doble doble con 12 puntos y 12 rebotes. RAFA CASAL | MARCA
Cuando el técnico neozelandés reaccionó y puso en pista a su mejor jugador, ya era demasiado tarde. Rudy se puso el mono de trabajo y firmó un doble-doble admirable para un alero (12 puntos y 12 rebotes, con cuatro asistencias incluidas). Ricky se sintió algo más liberado y pudo repartir balones a su antojo (11 asistencias). Marc comenzó a trabajar en la zona (22 puntos) y Navarro continuó acertando desde el perímetro (18 puntos con 4 de 7 en triples).

Penney maquilló su estadística (21 puntos) al mismo tiempo que el choque transcurría hacia el final esperado: la victoria del más fuerte. Cumplido el objetivo, España encara este lunes una jornada de descanso que se antoja necesaria. Faltan por pulir algunos aspectos defensivos que en la actualidad desembocan en el riesgo evidente de condicionar un partido. El próximo martes, Lituania será el nuevo juez que calibre las posibilidades del actual campeón a revalidar su título.

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