martes, 4 de mayo de 2010

Un muerto muy vivo (para seguir cobrando)

David Dalaia y James O'Hare, ambos de 65 años, debieron ver la película "Este Muerto Está muy Vivo" antes de presentarse en una oficina de la seguridad social de Nueva York con el cadáver de su amigo Virgilio Cintrón, de 66 años, con la intención de cobrar el dinero de su pensión . Cintrón, compañero de piso de O'Hare, había fallecido por causas naturales 24 horas antes pero, ni cortos ni perezosos, sus colegas decidieron sentarlo en una silla de ruedas y acercarse a recogr su cheque mensual de 355 dólares (240 euros). Sin embargo, al contrario de lo que sucedía en la popular película, todo les salió mal. Varios ciudadanos presentes en la oficina observaron extrañados los exagerados vaivenes que daba el cuerpo de cadáver encima de la silla . El estupor general llamó la atención de un policía que se encontraba en las inmediaciones, que comprobó el fallecimiento de Cintrón y condujo a los dos pícaros jubilados direcatamente a la carcel .

se a descubierto que el hombre era militar por lo tanto su silla de ruedas era un poco dificil de detectar jajaja

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